El trabajo fue grabado por Hugo Muñoz (bajista de la banda) y mezclado-masterizado en Suecia por el músico y productor Robert Pehrsson, dando como resultado 10 piezas que conjugan el rock alternativo, grunge y stoner rock.
Banda Lagos Discografia
Tito: Además, el formato canción no es algo que apareció nuevo en este disco. Si uno escucha los discos anteriores nuestros, siempre hubo una o dos canciones cantadas con una historia y con una letra. En este disco, lo que hicimos es que en vez de haber una o dos canciones así, fue hacer totalmente inversa la proporción. Entonces, hay seis canciones cantadas y dos o tres instrumentales. Hasta, en un momento, habíamos dicho de no hacer ninguna instrumental, cosa que podía ser un quiebre muy grande y, además, la banda tiene millones de instrumentales hechos que todavía no los sacó a luz.
Tito: Pero no teníamos una idea de cómo lograr el sonido que queríamos. Yo creo que la parte más pulida de ese disco es, en cuanto a la elaboración de las letras que tienen una coherencia entre ellas y pocas bandas, en esa época, exploraban ese tipo de letras.
Universal Audio (2004) marca la muerte de The Delgados como banda hasta que, hace unos días, anunciaron resurrección. Es también el disco en el que The Delgados y Fridmann deciden separar su efímera pero productiva relación, y la banda se pone en manos de Tony Doogan. Es cierto que este cambio no tendría por qué haber sido especialmente significativo, ya que Doogan estuvo muy presente en los procesos de creación de The Great Eastern y en la ingeniería y las mezclas de Peloton, en lo que supuso el inicio del despegue definitivo de la banda. Quizás por eso se intentó recuperar en Universal Audio aquel sonido indie pop-rock que habían dejado ligerísimamente apartado en Hate, pero las prestaciones distan que las pasadas.
Tras una primera sesión en la que se encuentran temas maqueteros (los cuatro primeros, el sonido da fe de ello), la banda se adentra en lugares más conocidos para sus seguidores, pero no consiguen captar una atención real hasta la tercera sesión, a partir de 'Everything Goes Around the Water'. Aunque con altibajos, a partir de ese momento la banda alcanza niveles realmente sobresalientes en muchas ocasiones, lo suficiente como para hacer de la escucha algo recomendable. Al fin, ahí quedan regalos como 'Pull the Wires from the Wall', 'Make Your Move', la inmejorable combinación de voces de 'Aye Today', 'I Fought the Angels' o 'Is This All That I Came For?' como ejemplos de una discografía terriblemente envidiable.
Repetimos, pues, productor, que para eso nos había ido de perlas con él, pero llevamos la propuesta a unos solidos algo más melódicos y, por qué no decirlo, orquestales. Tardan muy poquito Woodward y Pollock en mostrar sus intenciones, con 'The Light Before We Land' y 'Woke for Dreaming' erigiéndose en apuestas que parecían ir un poco contracorriente del sonido más indie pop al uso de su magnífico predecesor. Es cierto que por entonces mucha gente coqueteaba con las secciones de cuerda y que en general eso no iba mucho más allá de una moda predecesora de lo que luego vinieron a ser las tazas de Mr. Wonderful, pero aquí, de nuevo, Delgados y Fridmann cuadran el círculo y sellan el que posiblemente sea mejor disco de la banda. Se desenvuelven con pasmosa firmeza en terrenos tan resbaladizos como aquellos que aspiran a equilibrar sensibilidad y épica, como esa joya que pasó algo desapercibida entre su discografía, 'The Drowning Years'.
Además, Hate contiene la que para muchos es la canción bandera de la banda. 'Coming in from the Cold' era uno de esos temas que te atravesaba la vida. Que te convertía en una persona distinta a la que eras antes de escucharla. De las que, si te pilla en la edad adecuada, estás esperando poder sacar tiempo para escucharla una y otra vez. Un jodido himno que sobrevive y se agiganta dos décadas después. Pero que no está solo, como ya hemos dicho y destacado. Que convive de maravilla con otras pequeñas perlas pop como 'Favours', 'Never Look at the Sun' o la enervante 'If this Is a Plan', que pone un broche inmejorable a un disco generacional.
Universal Audio (2004) marca la muerte de The Delgados como banda hasta que, hace unos d\u00EDas, anunciaron resurrecci\u00F3n. Es tambi\u00E9n el disco en el que The Delgados y Fridmann deciden separar su ef\u00EDmera pero productiva relaci\u00F3n, y la banda se pone en manos de Tony Doogan. Es cierto que este cambio no tendr\u00EDa por qu\u00E9 haber sido especialmente significativo, ya que Doogan estuvo muy presente en los procesos de creaci\u00F3n de The Great Eastern y en la ingenier\u00EDa y las mezclas de Peloton, en lo que supuso el inicio del despegue definitivo de la banda. Quiz\u00E1s por eso se intent\u00F3 recuperar en Universal Audio aquel sonido indie pop-rock que hab\u00EDan dejado liger\u00EDsimamente apartado en Hate, pero las prestaciones distan que las pasadas.
El trabajo coge impulso y carrerilla en un inicio realmente notable. 'I Fought the Angels' re\u00FAne perfectamente todas las cualidades de la banda, y 'Everybody Come Down' funciona como single sin titubeos. En esos momentos no se adivinan fisuras en la propuesta y empezamos a relamernos los bigotes para disfrutar de otro disco memorable (o al menos muy destacable). Pero las hay, y de considerables dimensiones. Universal Audio va cayendo progresivamente en una sucesi\u00F3n de canciones sin alma o distinci\u00F3n. Enfila una rampa descendente con el punto muerto puesto. No va a acelerar la ca\u00EDda, pero s\u00ED se deja llevar entre temas algo menores, como 'Get Action!', 'Bits of Bone' o 'Girls of Valour', indignas de sus entregas inmediatamente previas. Un jarro de agua fr\u00EDa y el que marc\u00F3 su final\u2026 hasta 2022.
Tras una primera sesi\u00F3n en la que se encuentran temas maqueteros (los cuatro primeros, el sonido da fe de ello), la banda se adentra en lugares m\u00E1s conocidos para sus seguidores, pero no consiguen captar una atenci\u00F3n real hasta la tercera sesi\u00F3n, a partir de 'Everything Goes Around the Water'. Aunque con altibajos, a partir de ese momento la banda alcanza niveles realmente sobresalientes en muchas ocasiones, lo suficiente como para hacer de la escucha algo recomendable. Al fin, ah\u00ED quedan regalos como 'Pull the Wires from the Wall', 'Make Your Move', la inmejorable combinaci\u00F3n de voces de 'Aye Today', 'I Fought the Angels' o 'Is This All That I Came For?' como ejemplos de una discograf\u00EDa terriblemente envidiable.
Repetimos, pues, productor, que para eso nos hab\u00EDa ido de perlas con \u00E9l, pero llevamos la propuesta a unos solidos algo m\u00E1s mel\u00F3dicos y, por qu\u00E9 no decirlo, orquestales. Tardan muy poquito Woodward y Pollock en mostrar sus intenciones, con 'The Light Before We Land' y 'Woke for Dreaming' erigi\u00E9ndose en apuestas que parec\u00EDan ir un poco contracorriente del sonido m\u00E1s indie pop al uso de su magn\u00EDfico predecesor. Es cierto que por entonces mucha gente coqueteaba con las secciones de cuerda y que en general eso no iba mucho m\u00E1s all\u00E1 de una moda predecesora de lo que luego vinieron a ser las tazas de Mr. Wonderful, pero aqu\u00ED, de nuevo, Delgados y Fridmann cuadran el c\u00EDrculo y sellan el que posiblemente sea mejor disco de la banda. Se desenvuelven con pasmosa firmeza en terrenos tan resbaladizos como aquellos que aspiran a equilibrar sensibilidad y \u00E9pica, como esa joya que pas\u00F3 algo desapercibida entre su discograf\u00EDa, 'The Drowning Years'.
Adem\u00E1s, Hate contiene la que para muchos es la canci\u00F3n bandera de la banda. 'Coming in from the Cold' era uno de esos temas que te atravesaba la vida. Que te convert\u00EDa en una persona distinta a la que eras antes de escucharla. De las que, si te pilla en la edad adecuada, est\u00E1s esperando poder sacar tiempo para escucharla una y otra vez. Un jodido himno que sobrevive y se agiganta dos d\u00E9cadas despu\u00E9s. Pero que no est\u00E1 solo, como ya hemos dicho y destacado. Que convive de maravilla con otras peque\u00F1as perlas pop como 'Favours', 'Never Look at the Sun' o la enervante 'If this Is a Plan', que pone un broche inmejorable a un disco generacional.
A través de un comunicado, los músicos definieron esta entrega como "un registro íntimo de alto impacto visual" donde ofrecen una versión "más orgánica" de algunos de sus temas. La formación de esta sesión la completan Tomás Luján en batería y Rodrigo Lagos en bajo, quienes desde hace tiempo son integrantes de su formato banda. A lo largo de casi 14 minutos, el cuarteto interpreta canciones que forman parte de Postal, el tercer disco publicado durante el año pasado. Podemos entonces disfrutar de versiones especiales de "Sueño despierto", "Nada", "Venir a la ciudad" y "Camino".
Sabemos además que esta sesión es una invitación para que sus seguidores se acerquen a su próxima presentación en vivo y en directo que tendrá lugar el sábado 15 de mayo a las 19 horas en Club Paraguay (Marcelo T. de Alvear 651, Córdoba). Entradas disponibles a través de Alpogo.com. Lo que ellos prometen para esa velada es un recorrido por las mejores canciones de su discografía con su primer concierto con banda completa en poco más de un año debido a las restricciones sanitarias. 2ff7e9595c
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